El diseño interno del cuerpo de caldera asegura una gran capacidad de intercambio de calor entre los gases de la combustión y el agua. De esta forma se consigue un alto rendimiento en la caldera.
La acumulación de cenizas de la combustión se deposita en la parte inferior de la caldera, libre de los elementos de fundición, donde es recogida en una bandeja de chapa de gran capacidad.
La parte delantera de la caldera dispone de una amplia puerta frontal para la carga de material y para la limpieza de hollín y cenizas. En ella esta incorpora la entrada de aire para la combustión, cuya apertura se realiza manualmente ó mediante el regulador de tiro en función de la temperatura del agua.
La parte posterior de la caldera, en la salida de humos a chimenea, dispone de un regulador manual de salida de humos para regular el tiro en la chimenea y de una entrada de aire secundario que se regula manualmente.
Todo el conjunto del cuerpo de caldera se completa con el aislamiento térmico para evitar radiaciones térmicas, y con el acabado exterior de las chapas envolventes que le confieren limpieza, agradable estética visual, y protección contra quemaduras.